Arguedas, refleja la situación de la muerte para los indios como un tránsito triste pero esperado. Sin importar cuan poder sea la familia o que tan desposeída está; son los amigos y familiares quienes quieren realizan los respectivos tradicionales rituales de despedido.
Para una etnia maltratada, no hay mayor logro ni anhelo, que morir en su propio pueblo donde está su hogar, su familia y raíces.
Para los indios, la muerte es algo que todos están comprometidos; cuenta Arguedas que vio unos indios con paludismo, caminar con lo último de sus fuerzas para llegar a morir a su pueblo, y en el camino, los indios de los pueblos que dejaban atrás, despedían las almas de los pobre moribundos.
FUENTE: http://www.elcomercio.com.pe/edicionimpresa/Html/2007-12-09 |
Un pueblo acostumbrado a la muerte con resignación, se solidariza con los suyos. Preparar al difunto para dar paso a otra vida libre de culpas, como esperando que en otra vida, al no tener culpa, la muerte les trate mejor que en vida y que en su propia tierra.
Yuliana Angela Cruz Portilla.
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