jueves, 30 de junio de 2011

EL INCIERTO DESTINO DEL QUECHUA

Sabemos que el quechua fue el idioma hablado por los incas, y que actualmente es aún usado por muchos de nuestros compatriotas, en su “Ensayo Sobre La Capacidad De Creación Artística Del Pueblo Indio Y Mestizo”, Arguedas avizoraba un futuro prometedor para el quechua generado por el auge y desarrollo de las artes de la música y la literatura indígena; sin embargo la realidad actual es otra y parece estar destinado a morir de vergüenza y marginación. 

Según un reportaje de la agencia Efe revela que los niños se niegan a recibir como herencia el idioma de los incas por temor a ser excluidos y a las burlas de sus compañeros, que dominan el castellano.

Modesto Gálvez director del programa “EL RETROCESO DEL QUECHUA“ reconoce que hay un movimiento incipiente entre las elites culturales para perder lo que él llama “la vergüenza lingüística”, pero nada puede hacer contra la presión histórica, social, política y económica de la sociedad para castellanizar.

“El castellano tiene más prestigio social, es la lengua de la gente culta, y esto lleva a la marginación y exclusión de quien no lo habla bien”, sostiene y lo resume de manera muy gráfica: “El quechua ha ido retrocediendo sin parar: primero de la calle a la casa, y después de la casa a la cocina”.   


Además según un estudio de la PUCP:

Hacia mediados del siglo pasado el número de quechua hablantes era menor que el actual: entonces cerca de dos millones y medio de personas hablaban quechua (2 442 123).Sin embargo su participación en la población total era significativamente mayor que la actual. Los peruanos que tenían por lengua materna una lengua diferente del castellano pasaban de la mitad (51%) de la población peruana y los peruanos quechua hablantes sumaban el 91% de ellos.

Así pues, los quechuahablantes aumentaron a lo largo del siglo, aunque no tanto como los hispanohablantes. Hoy hay en el Perú más peruanos y peruanas cuya lengua materna es quechua que hace 70 años.

Sin embargo esta tendencia expansiva parece empezar a revertirse. Desde el censo de 1981 el número de personas cuya lengua materna es quechua empezó a descender, pasó de 3 184 422 a 3 166 453.

Además nuestra Constitución Política considera al quechua idioma oficial de la república. Sin embargo en la práctica el Estado básicamente ignora este hecho así como el número de peruanos para quienes el quechua es lengua materna y prefiere suponer que los peruanos hablamos castellano. Ni las leyes ni las normas fundamentales del Estado se traducen al quechua. Los procesos judiciales se siguen en castellano y los juzgados no cuentan con traductores de oficio. Todos los trámites del aparato estatal se hacen en castellano y los servicios, incluyendo la atención de salud y seguridad (policía) se presta en castellano, dejando de lado a millones de compatriotas que difícilmente entienden leyes, recetas e indicaciones en una lengua que no es la suya.


En contraposición a esta tendencia según señala el profesor  y director del Centro de Investigación de Lingüística Aplicada de la Universidad de San Marcos Gustavo Solís:

El aprendizaje del idioma quechua en las universidades de EE.UU. y Canadá tiene gran acogida por los estudiantes de estos países y los de procedencia peruana y boliviana.

“Muchos de los que toman los cursos son peruanos, incluso bolivianos, que radican allá y forman parte de una tercera generación, cuyos abuelos hablaban quechua y quieren aprenderlo para conocer sus raíces”, declaró a la Agencia Andina.


A pesar de esto nuestro país aún no posee una política cultural que valore y preserve este legado como una forma de identificación con nuestra realidad.
Por la mentalidad ciega de considerar el quechua como una lengua inferior, por falta de espíritu valorativo de las autoridades educativas; debemos esperar que el Gobierno entrante cumpla con la promesa de enseñar el quechua a los profesionales que se desempeñarán en áreas donde se mantenga el uso de nuestro ancestral idioma, y sobre todo ponga énfasis no solo en acabar  con esa discriminación y sentimiento de marginar al indígena y su arte, sino también promoverlo y difundirlo.

Video que narra la problemática del Quechua

José Luis Chávez Peláez

LA IMPORTANCIA DE LAS FERIAS AGROPECUARIAS EN LOS ANDES

Como bien lo menciona Arguedas en su artículo “La Feria”, desde tiempos remotos las ferias agrícolas y actividades de intercambio comercial han sido de vital importancia para la supervivencia y desarrollo de los pueblos y comunidades andinas, no solo en lo económico sino también en lo cultural.

Las ferias agropecuarias son verdaderas vitrinas del campo, desde tiempos muy antiguos, las diversas culturas crearon espacios de exposición y culto a Dios exponiendo y entregando lo mejor de la productividad. Las ferias fueron sistematizadas como espacios de muestra, de socialización y conocimiento de la creatividad desarrollada por los hombres que viven en el campo.


Parihuanas en la Laguna de Parinacochas-Ayacucho, otrora
espacio de la feria más importante de los andes peruanos.
más importante
 
Actualmente la importancia de estas ferias radica en que permite a los productores y agricultores observar como se viene tecnificando la agricultura, así como a los ganaderos poder adquirir nuevos ejemplares que eviten la consanguinidad y degradación genética animal y al contrario accedan a conseguir nuevas razas que les permitan a futuro obtener una mejor productividad y mayores beneficios.

Ventajas de las ferias y exhibiciones:

Las ferias son uno de los instrumentos de promoción, mercadeo y comunicación más importantes y a la vez más eficientes. Son un punto de encuentro entre la oferta y la demanda que facilita los negocios. Para los expositores, las ferias son un medio para dar a conocer sus productos o servicios, observar la competencia, probar o lanzar productos, estudiar el mercado, visitar y ser visitado por sus clientes, encontrar distribuidores y concretar ventas.

La participación en una feria ofrece las siguientes ventajas y oportunidades:

-Es el cliente quien visita a la empresa y no al revés: está dispuesto a terminar comprando. Es justo el momento de venderle.
-El cliente está disponible: no hay que tomar una cita previa; no tiene otra cosa que hacer, está predispuesto a comprar.
-A una feria acuden clientes muy difíciles de captar en otro lugar: en ocasiones desconocidos para la red de ventas; en otros casos , de lugares no cubiertos por la misma.
-En una feria el producto es el rey: tan bien presentado como el expositor sea capaz de hacerlo, toda la colección completa, en vivo y en directo.
-El costo por contacto de ventas en feria es indiscutiblemente el más bajo: en muy pocos días se puede vender mucho a muchos, incluidos los clientes más difíciles.

Entre otras una feria ofrece la oportunidad de:

-Vender
-Generar nuevos contactos que pueden acabar en ventas.
-Dar a conocer nuevos productos (sondear la opinión).
-Potenciar la marca.
-Reforzar el contacto con los clientes habituales.
-Observar la competencia.
-Abrir nuevos mercados.
-Hacer relaciones públicas con los medios de comunicación.

http://www.gestiopolis.com/recursos/documentos/fulldocs/mar/ferias.htm
El problema de las ferias está en la falta de apoyo de las autoridades hacia los campesinos y productores, la falta de infraestructura víal y de ambientes aptos donde puedan intercambiar y exhibir sus productos; sin embargo según Hernando de Soto se debería copiar el modelo Chileno:

Por ejemplo, se limitó la exigencia de llevar contabilidad a las empresas más grandes, y en ese sentido hoy los comerciantes de ferias libres cancelan un monto fijo una vez al año: una unidad tributaria mensual.


http://www.hacer.org/pdf/Desoto001.pdf

Finalmente podemos asegurar que las ferias han sido, son y seguirán siendo fundamentales para el desarrollo y la conservación de la cultura andina en los aspectos artístico económico y cultural.




La Llama Suri, de gran importancia genética se puede seguir conservando gracias a las ferias agropecuarias en el ande.


José Luis Chávez Peláez

EL GRAN APEGO DE LA CULTURA ANDINA A LO ESPIRITUAL


Cada pueblo se forja en torno a una serie de patrones y sistemas de conocimientos, estos conocimientos generados durante siglos determinan la espiritualidad de un pueblo, es decir la forma en que perciben el mundo.

La espiritualidad de la cultura andina  responde a una conjunción de elementos de alianza con el trabajo, la Madre Tierra, un vivir con el cosmos, con los elementos naturales y con todos los seres vivos, y lo sobrenatural.

Arguedas narra en sus obras, la manera en la que el indio ama y admira a la naturaleza, aprende de lo celestial y respeta lo inmaterial o desconocido (sobrenatural).

La espiritualidad no es solo el rito de la ofrenda a la Pacha Mama en fechas determinadas, es mucho más que eso…“Los Incas tenían por indiscutible la identidad del trabajo con la alegría y la vida; para ellos trabajar era vivir alegremente. Aprendían por el trabajo; se vinculaban entre ellos y con Pachamama por el trabajo, se mantenían saludables por el trabajo, se realizaban por el trabajo, y sus mejores fiestas las llevan a cabo trabajando; por eso es que la casi totalidad de sus canciones, de sus danzas y de sus expresiones de alegría se relaciona con el trabajo.


En la sagrada tradición Inca, la naturaleza, lo creado, los hombres, los animales, toda la existencia, toda expresión de vida, están interconectados a través de la imagen trascendental de la Madre Tierra, la Pachamama....
Todo se inicia allí en la Pachamama que como primario don nos entrega la figura de la Madre, que acoge la semilla de la vida, la lleva dentro desarrollándola para luego entregarnos sus frutos, que son alimento para nuestro cuerpo y para nuestro interior.
Pachamama nos nutre porque somos sus hijos porque su vocación es que seamos los artífices, los artistas, los arquitectos de la creación.
Pachamama nos dona sabiduría para aprender a manejar y conectarnos con toda la Naturaleza.
Pachamama nos da la sagrada energia de la Providencia, del proveer recibiendo, del disfrutar sosteniendo, del necesario equilibrio místico de los elementos.
Pachamama es la primera maestra en la escuela espiritual de la Vida.          


Pago a la Pachamama

Los incas dividían al universo en tres planos o niveles intercomunicables: El “Janan Pacha”, que equivalía al cielo y era el lugar de residencia del sol, la luna, las estrellas y los astros restantes; el “Kay Pacha”, que era la Tierra, donde residía el hombre, los animales, los vegetales y los espíritus terrestres; y, por último, el “Ucju Pacha” o el subsuelo, lugar de residencia de los muertos, los espíritus malignos y los gérmenes de las enfermedades.


Sin embargo en algunas sociedades contemporáneas la espiritualidad difiere mucho de lo natural y cultura es todo lo que se opone a naturaleza, dando prioridad a lo material e insustancial.

El ser humano está desarraigado de la naturaleza. Puede que alguna vez estuviera bien adaptado a su medio natural. Pero, aunque parezca contradictorio, me atrevería a decir que, si alguna vez el ser humano estuvo bien adaptado a su entorno natural, no era humano.

El ser humano se ha construido a si mismo en un continuo proceso de desadaptación de su entorno natural y adaptación simultánea al medio que él mismo ha creado con los productos de la cultura y, en especial, de la técnica. Mis pies están bien adaptados a la suela del zapato y de poco me sirven desnudos. Con la cultura y, principalmente, con la técnica el ser humano ha ido tapando la naturaleza y creando un supramedio al que ha ido adaptándose.


Pero hay quienes tildaron a la cultura indígena de bárbara, agresiva y profana:

De todo lo expuesto podemos colegir, entonces que el Estado Inca fue un estado conquistador conformado por un conglomerado de tribus, pueblos o etnias (naciones), con característica y peculiaridades diferentes, disímiles y hasta contrarias entre sí. De ahí que la colonización Inca y los vínculos de reciprocidad y distribución de los excedentes, también se aplicaron diferentemente en función a cada etnia. Las relaciones del Estado Inca con los pueblos o naciones conquistados o aliados, según el caso, diferían de unos a otros. Esta situación también contribuyó a la desintegración.


En definitiva, es cierto que el imperio inca fue un estado conquistador y expansionista, pero eso no le quita el nivel espiritual que alcanzaron, ni las normas de conducta que establecieron entre ellos, el respeto y admiración a la naturaleza y con sus semejantes; en cambio, el occidental aportó al mundo la desocupación, la explotación, el engaño, la miseria, la ociosidad, etc. 


José Luis Chávez Peláez

ARGUEDAS NO FUE UN ACULTURADO

Ser un aculturado significa pasar por un proceso de aprehensión de una determinada cultura. Supone el conocimiento, la interiorización, valoración, identificación y manejo dinámico de nuevos valores culturales.

Si analizamos su célebre discurso, Arguedas niega ser un aculturado, y comparto su posición; pues no es lo mismo entregarse a una nueva cultura renunciando a la autóctona, que simplemente buscar nuevos horizontes que amplíen el conocimiento y el entendimiento de la misma.

Además en el espíritu y obra de Arguedas predominó siempre el sentimiento indígena haciendo uso de la cultura urbana solo para poder maximizar su visión andina y poder proyectarla de una manera más clara y enriquecida, dándose una especie de “sincretismo cultural”, es decir un fenómeno que surge cuando los rasgos característicos de un grupo no se pierden sino que por el contrario, se combinan, adquiriendo de esta forma nuevas modalidades en lo material y sobre todo, nuevos significados simbólicos.

Esto demuestra que Arguedas conserva intacto su ideología y sentir indígena, absorbiendo de la cultura urbana herramientas útiles que permitan que su obra sea mostrada al mundo de una manera más exquisita y globalmente comprensible.

Aculturado no significa carente de cultura, tampoco es necesariamente, la imposición de una cultura sobre la otra; pero lo que asevera Arguedas es que su obra es fruto de lo natural y de lo heredado del Perú profundo, de ese sentimiento originado por la opresión, la explotación y la desigualdad.

Algunas personas consideran que todos estamos aculturados, porque es el proceso por el cual aprendemos todo acerca de nuestra sociedad, nuestras culturas y nuevos elementos culturales.

Pero estas definiciones también contemplan la disminución, modificación e incluso eliminación de la cultura originaria. 

Por lo tanto debemos entender que en su obra Arguedas mantiene sus orígenes quechuas, generando una suerte de “simbiosis cultural”, donde el problema andino se ve favorecido al poder darse a conocer al mundo, y el mundo obtiene el incalculable valor de una ancestral cultura de la cual aún tenemos mucho que aprender.


José Luis Chávez Peláez.

miércoles, 29 de junio de 2011

PRESERVANDO EL FOLKLORE


 Como primer  intento por rescatar el  folklore para la posterioridad, se  reunieron  especialistas de Latinoamérica para compartir sus experiencias e ideas.
 En esta reunión, el señor  Lago, representante  de Chile, consideró que el Estado debería intervenir en  pro  de la conservación del arte de folklórico pero de manera directa.
El cambio es algo  inevitable en todas las cosas y el  folklore, no está exento de cambios. El  arte popular  cambia con el tiempo, producto de influencias externas como son: tecnología, nuevas formas de pensar y  nuevos hábitos. El producto original pierde su esencia pura de arte de arte popular y  se convierte en  algo  distinto, adulterado y perturbado. Se industrializa el folklore favorecido  por el turismo. El  folklore debe protegerse de estos cambios para conservar su esencia y su máxima expresión en su  llamado primitivismo, fruto del vínculo religioso del hombre con la naturaleza, de otra  forma,  está condenado a desaparecer bajo la influencia irrenunciable e implacable de la civilización moderna, tal y  como en México ha ocurrido.
 Pero  a esto, se vio  gran diferencia en el arte popular de los países Americanos en donde su carácter primitivo no se pierde y  su personalidad,  está muy arraigada en sus valores propios.
En  cuanto  a la música folklórica,  se concordó  que es” música folklórica” la creada directamente en forma anónima de un pueblo.


MAXIMO DAMIAN. AMIGO DE AGUEDAS DANDO TESTIMONIO DE ÉL CON SU MUSICA.
                                                               FUENTE:www. youtube.com

La reunión para comprender mejor las formas de perpetua el folklore, contó también con dos experiencias distintas en Chile y  Perú, cuando se tocó el  punto: El  Folklore y Educación.
Cuando en Chile, un pedagogo musical, convierte la música en un medio formativo, acompañado de medios estéticos y el ambiente propicio para conmover a los niños, resulta muy  fácil  para  el  niño  entrar una melodía  en lengua exótica, y  no por curiosidad, sino por verdadero  interés. En el  caso  de Perú,  el  incorporar en las escuelas las practicas  folklóricas; ha tenido gran acogida integrando a miles de estudiantes en festividades diversas.

Yuliana Angela Cruz Portilla